Esta localidad se encuentra al N del valle, en el interfluvio formado por dos arroyos subsidiarios del arroyo de La Prada por su margen izquierda.
El acceso se realiza desviándose de la carretera comarcal que une Extramiana con Quintana Martín Galíndez, en dirección SO al paso de la carretera por las proximidades de su casco urbano.
Se trata de un pequeño núcleo urbano cuyas construcciones se disponen de forma dispersa en dirección N-S y formando dos caseríos.
Actualmente su pequeño casco urbano cuenta con varias casas solariegas construidas en los siglos XIX y XX, realizadas con estructura de madera y mampostería de arenisca y sillares en las esquinas, generalmente de dos o tres plantas, con la balconada o solana de madera en la última planta y orientada al naciente o mediodía -elemento típico de influencia de norteña, de la casa montañesa o cántabra y del caserío vasco-. Asociadas a estas casas se han documentado algunas edificaciones auxiliares con escalinata con finalidades agropecuarias (pajares, graneros). La gran mayoría de estas casas y sus respectivas construcciones auxiliares se encuentran derruidas o en avanzado estado de deterioro.
Existe un segundo y reducido grupo de casas de tradición norteña formado por aquellas con reformas recientes, si bien dichas reformas no han alterado su morfología tradicional. Estas casas son habitadas ocasionalmente.
La localidad se encuentra en un área dedicada al cultivo de corte cerealista con manchas de monte alto y matorral.