Esta localidad se encuentra al N del valle, en el interfluvio formado por los arroyos de Revilla y del Valle, muy próxima al pie de monte de la Sierra de Arcena, al SO de la misma.
Es probable que su nombre tenga algo que ver con la palabra vía.
El acceso a la misma se realiza desviándose de la carretera comarcal BU-532, que conduce Pedrosa, en dirección NE a lo largo de unos 700 m.
Este pueblo aparece mencionado en el Cartulario de Oña en 1236 y medio siglo después en el fuero de Valderejo.
Actualmente su casco urbano cuenta con varias casas solariegas construidas en los siglos XIX y XX, realizadas con estructura de madera y mampostería de arenisca y sillares en las esquinas, generalmente de dos o tres plantas, con la balconada o solana de madera en la última planta y orientada al naciente o mediodía -elemento típico de influencia de norteña, de la casa montañesa o cántabra y del caserío vasco-. Asociadas a estas casas se han documentado algunas edificaciones auxiliares con escalinata con finalidades agropecuarias (pajares, graneros). Tanto alguna de estas casas como alguna de las construcciones auxiliares, se encuentran derruidas o en avanzado estado de deterioro.
Existe un segundo grupo de casas de tradición norteña formado por aquellas que presentan algunas reformas recientes, si bien dichas reformas no han alterado su morfología tradicional.
Por último, y en menor medida, existe un tercer grupo de casas constituido por casas de nueva planta, chalets, de construcción muy reciente, con materiales modernos.
Al N de la localidad nos encontramos con monte de pino, roble y sotobosque y el espacio de valle está dedicado al cultivo de secano de corte cerealista.
La rica e influyente familia de los Villaranes tuvo una torre en lo alto de una peña a las afueras del lugar. En una casa puede verse todavía su escudo.
La iglesia está dedicada a san Andrés y consta de tres naves. El retablo mayor está llamativamente dorado y tiene varias imágenes de bulto redondo, entre ellas la de su patrón. La capilla de los Villaranes está profusamente decorada con el escudo de la familia.
La ermita de Villalomiz [foto 1] se encuentra abandonada, aunque la estructura se mantiene en pie; estuvo dedicada a la Virgen y luego a San Quirce, siendo centro de una concurrida romería, contaba con un juego de bolos cercano (actualmente no visible), tuvo cofradía titulada de la Asunción en el siglo XVIII. Quizá fuera parroquia de un despoblado, ya que tenía varias propiedades, casa para ermitaño y hospedería, pudiendo identificarse con el San Quirico mencionado en la fundación de Herrán.