Población situada en el extremo oriental del Valle, entre la Sierra de Arcena y la margen izquierda del río Ebro (embalse de Sobrón), sobre las plataformas que descienden hacia la margen izquierda del arroyo de Tabanera en el punto de confluencia de un arroyo subsidiario.  

El nombre de San Martín le viene de su antiguo patrono religioso y el apelativo de Don de la denominación geográfica 'fondón de Tobalina'.

El acceso a la misma se realiza desviándose de la comarcal BU-530 entre los PK 20 y 21, antes de la desembocadura el arroyo en el embalse. Su casco urbano se dispone de N a S en torno a esta vía de acceso, configurado en dos barrios que vienen determinados por su posición en cuesta. Al N, en la zona más elevada, el barrio de Arriba, agrupado alrededor de la iglesia y con el convento de San Miguel como cierre en su zona N. Al S, el barrio de Abajo, dispuesto de forma alineada a ambos lados de la carretera de acceso.

La parroquia de tres naves está consagrada a San Martín. La parte izquierda del edificio es ampliación del siglo XVII a partir del antiguo templo, que se alzaba junto a un gran desnivel.
El convento de San Miguel, de monjas clarisas, tiene más de 4000 m. cuadrados. Está conformado por la iglesia de San Miguel, el convento propiamente dicho y la casa del cura, todo ello con fábrica de piedra arenisca en mampostería y sillería. En la iglesia destacan la entrada y el lujoso retablo barroco. El obispo Juan Ochoa de Salazar fue quien mandó construir el convento, cuya obra se comenzó en 1592 y se acabó en 1651. Ha sido recientemente restaurado.

Su nombre deriva del patrón de la localidad y de su situación en hondón, siendo denominado así a mediados del XIV, aunque posiblemente se remonte hasta el siglo XII. Contaba con un hospital que desapareció en el XVIII, un molino próximo a la ermita de San Sebastián que desapareció con la construcción del pantano y lavadero con fuente en ambos barrios. El casco urbano cuenta con construcciones bastante antiguas, situadas en el barrio de Arriba, la mayoría casonas del XVII-XVIII, aunque alguna podría ser anterior como la Casa-torre de la calle de La Fuente; todas ellas son construcciones sólidas realizadas en su totalidad con piedra arenisca, presentando algunas blasones en las fachadas. Por otra parte, se conservan numerosas casas solariegas construidas en los siglos XIX y XX, con estructura de madera y mampostería de arenisca y sillares en las esquinas, generalmente de dos o tres plantas, con balconada o solana -elemento de influencia de norteña, de la casa montañesa o cántabra y del caserío vasco-.

Existe un segundo grupo de casas de tradición norteña formado por aquellas que presentan algunas reformas recientes, si bien dichas reformas no han alterado su morfología tradicional. Asociadas a estas casas, se encuentran construcciones de época reciente, sobre todo en el barrio de Abajo.

El entorno inmediato a la localidad está dedicado al cultivo de cereal, pero la mayor parte del término está conformado por bosque de encina y quejigo, con mezcla de pino y un variado sotobosque en el que destaca la presencia de boj, que sirvió de base para el establecimiento de una floreciente artesanía.